Tras el varamiento de una ballena jorobada muerta en playas de Nuevo Altata, en Navolato (Sinaloa), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente aplicó el artículo 57 del Protocolo de Atención para Mamíferos Marinos.

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Pero, ¿qué establece la legislación en este caso? Profepa determinó dar disposición final del cadáver en una playa contigua mediante sepultura y, para ello, contó con el apoyo de maquinaria de Área de Obras Públicas del Ayuntamiento.

El objetivo principal del Protocolo -publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 17 de junio de 2014, establece las bases y procedimientos comunes para la atención de varamiento de mamíferos marinos en la zona costera del territorio nacional y la conservación de las poblaciones en aras de evitar la afectación a los ecosistemas, a la sanidad animal y a la salud pública.

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Este instrumento -refiere la dependencia- 'es de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional para las autoridades de los gobiernos federal, estatal y municipal involucradas en la atención a varamiento de mamíferos marinos, así como para los grupos voluntarios de apoyo que puedan participar'.

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Se trata del cadáver de una ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), hembra juvenil, de aproximadamente 8.25 metros de longitud que se encontró en avanzado estado de descomposición, con desprendimiento de piel, sin presencia de heridas o evidencia de daño por alguna actividad antropogénica.

Debido al estado de conservación de cadáver (avanzado estado de descomposición) no fue posible la toma de muestras, ni la realización de una necropsia para conocer las causas del deceso. 

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